Lo reconozco, soy en esencia pesimista. En
algunas ocasiones, antes de enfrentarme a un reto nuevo, me dejo llevar por el
temor y por mi voz interna que me dice y me repite que no seré capaz. Sin
embargo, cuando lo pienso más tranquilamente y sin presiones, me doy cuenta que
soy como cualquier otro ser humano, un conjunto de fortalezas y algunas cosas por
mejorar.
También hoy entiendo que puedo cambiar esas
debilidades en fortalezas si tengo la suficiente fuerza para actuar. No se
trata solo de tener pensamientos positivos, no se trata solo de hablar que
seremos capaces, lo importante es pasar de la palabra a la acción. Cualquier debilidad
se puede cambiar, cualquier cosa se puede lograr, siempre y cuando seamos
capaces de pagar con esfuerzo y horas de entrenamiento.
Los deportistas de alto rendimiento pasan
horas y horas entrenando, tienen claro que esa es la única vía para ser los
mejores.
Hace un par de años yo no era capaz de
escribir un ensayo coherente, hoy lo hago de manera mas fluida y creo que hasta
puedo llegar a escribir un par de líneas memorables.
Leer un libro en una sola sentada puede ser
difícil, sin embargo, con un par de hojas diarias, seguramente en poco tiempo lo
habremos terminado.
Si estas dispuesto a esforzarte, el cambio es
posible, es la única manera que existe.