6 de mayo de 2013

Ratificarse o Rectificarse, difícil decisión.


La vida esta en constante movimiento, son pocas las cosas que no cambian a través del tiempo. Desde que nacemos estamos en constante evolución, ya que todos nosotros –o al menos, la mayoría—  tenemos la oportunidad de decidir que queremos y que no.  Y creo que cada cual a su manera quiere ser exitoso, reconocido y querido. Y si esto es así, porque hay personas que no están conformes con los resultados que están alcanzando en sus vidas?

Las personas que alcanzan lo que quieren tienen en común que enfocan su energía y tiempo en hacer actividades que los acercan al cumplimiento de sus metas.  Generalmente estas actividades no son fáciles de realizar y consumen altos niveles de energía. Para aprender un nuevo idioma debemos estudiar muchas horas muchos días, sin que veamos los resultados de nuestros avances fácilmente. Entrenar para correr una carrera de atletismo exige que salgamos todos los días a la calle a entrenar, abandonando el cómodo sillón de casa y salir al frio de la calle. Comer saludablemente para eliminar los gorditos que nos sobran y mejorar nuestra salud nos obliga a abandonar la comida que hemos saboreado durante tantos años. Sin embargo, los sacrificios que hacemos en el corto plazo traerán sus frutos con el paso de los días. Por eso es importante ratificar nuestros deseos, teniendo claras las acciones que debemos desarrollar. Ratificarnos un día tras otro en lo que queremos, sin importar lo duro que pueda ser.

Hay otra clase de personas, las que tienen claro lo que quieren pero no ejecutan acciones diarias para alcanzar sus objetivos, y prefieren realizar actividades que son fáciles de ejecutar, por que no consumen energía y fácilmente distraen. Es muy fácil llegar a casa y sentarnos a ver televisión, ya que es una actividad que nos distrae y no consume mucha energía. Revisar Facebook o Twitter durante un buen rato es bastante fácil, pero desafortunadamente no nos ayudan a alcanzar nuestros objetivos. En estas acciones no deberíamos invertir nuestro valioso tiempo. Rectificar el rumbo cuando vamos por el camino equivocado es clave para ser exitoso.

Preguntémonos todos los días, con cada acción que hacemos, si debemos ratificarnos o rectificarnos, esto nos ayudará a no dejar al azar el alcanzar nuestros objetivos.