De todos los seres
vivos que estamos en este planeta, el ser humano es el único que piensa en su
futuro a largo plazo. Algunos animales construyen guaridas para resguardarse
del frio o emigran para huir de alguna condición insegura, o incluso, almacenan
comida para momentos en que saben que ésta será escasa. El ser humano también
construye casas, huye del peligro y almacena comida para otros momentos, pero a
diferencia de los animales somos los únicos que tenemos la capacidad de pensar en
largo plazo y actuamos para alcanzar nuestros objetivos.
Cuando las
circunstancias son favorables, debemos sacar el máximo provecho y avanzar lo
máximo posible, de manera que nos acerquemos a esos objetivos que nos hemos
establecido.
Y cuando las
circunstancias no van acorde con nuestros deseos y metas, debemos sacar lo mejor de
nosotros para superar los obstáculos que se nos atraviesan, nos debemos transformar para salir exitosos. Desde este punto de vista, podemos salir fortalecidos
cuando las cosas no salen como esperamos.
Entonces, con
circunstancias favorables o no, si luchamos lo suficiente por lo que queremos,
seguramente lo alcanzaremos. El éxito entonces no depende ni de tu pasado ni de
tu presente, no dependen de si el viento sopla a favor o no, solamente depende
de que luches por lo que quieres.