Si pudiera escanear las miles de cosas que
pasan por mi cabeza, seguramente llegaría a la conclusión que paso mucho tiempo
pensando en mi futuro y en la forma como puedo tener un mejor mañana.
Pero así como pienso en mi futuro, hago muchas
cosas buscando seguridad y tranquilidad, después de todo, a quien no le gusta
sentirse tranquilo y seguro?
Y aunque ocasionalmente hago cosas
arriesgadas, al final siempre busco una vida segura, sin miedos y sin dolores, un
lugar mental y físico donde poder refugiarme y sentirme tranquilo. A esta zona
de tranquilidad y seguridad la llamamos “Zona De Confort”.
Y por estar en esta zona segura, es que me gusta
pensar en situaciones bonitas e ideales -muchas veces alejadas de cualquier
realidad posible-, y rechazo la idea de pensar en mis miedos y mis problemas. Después
de todo a quien le gusta amargarse el rato pensando en cosas duras?
Solo pienso en mis problemas cuando estos se me
vienen encima, cuando me estallan en frente, cuando no tengo una opción
diferente a enfrentarlos.
Y he pensado que la mejor forma de ampliar mi
Zona De Confort es haciéndole frente a mis problemas, a mis miedos, y solucionando
aquellas cosas que no he podido resolver y que dan vueltas en mi cabeza
constantemente. Debo aprender a enfrentar los problemas, parándome fuerte y
diciendo no más.
En el pasado, cuando he enfrentado mis problemas
y mis miedos, he crecido como persona, resolviendo temas pendientes y
quitándome un peso de encima. Esta es la mejor manera de crecer.
Se que no es fácil, pero si lo hago, saldré
fortalecido del proceso y habré crecido como persona.
Que es lo peor que me puede pasar?