Supongamos que debes comprar ya una camisa,
llegas al único almacén abierto y el único color disponible es azul, entonces, cual
es tu decisión?
Cuando debes tomar una decisión y solo tienes
una opción, el camino es único, obvio.
Sin opciones no hay decisiones.
Y si no puedes tomar decisiones, no cambiarás,
porque hoy será igual que mañana.
Y si no cambias no creces, ya que el camino es
único, los días serán iguales y tu seguirás siendo el mismo.
Lo difícil de esta situación, es que nos
contentamos con la camisa azul, nos decimos a nosotros mismos que nos queda
bien y que en la calle hay gente que ni siquiera tiene con que vestirse, en
otras palabras, nos conformamos.
Lo contrario al conformismo es la
insatisfacción, y aunque ésta sea vista como un sentimiento que debemos evitar,
debemos aceptar que la insatisfacción nos obliga a buscar nuevas opciones, nos
hace mirar diferente, nos hace pensar diferente, nos hace actuar diferente.
Con todo esto no quiero decir que no debamos
ser agradecidos por los logros que alcanzamos o por las cosas que tenemos, debemos
disfrutar de nuestros logros, pero siempre debemos querer un poco más,
disfrutemos la noche que ganamos la maratón, pero levantémonos temprano al otro
día a romper nuestra propia marca, siempre podemos dar un poco más.
No olvides ser agradecido con lo que logras,
pero no se te olvide que siempre habrá un escalón más por subir.