Cuando las cosas salen bien, pues que bien!, y
cuando las cosas salen mal, tenemos una tendencia natural a auto-justificarnos.
Auto-justificarme significa culpar a factores
externos de mis desaciertos: Es que no llegue a tiempo por culpa del tráfico,
es que no pase el examen porque el profesor no me explico bien, es que no cumplí
las metas porque la competencia esta muy fuerte, es que el carro de adelante
freno muy fuerte.
Pero entonces, debemos poner fin a la auto-justificación?
No, porque si la auto-justificación no existiera, seguramente andaríamos de mal
animo todo el día y a toda hora, sumidos en el mar de nuestros errores. La auto-justificación
hace más liviano el peso de nuestros errores y nos ayuda a tener una mejor auto-imagen.
Entonces se trata de ponerle un limite? Si, es
necesario ponerle un limite, no podemos permitirnos el auto-justificar todas
nuestras acciones, porque cuando nos auto-justificamos en exceso, perdemos la
posibilidad de crecer como personas, ya que no asumimos nuestras faltas, y no
asumimos nuestra responsabilidad en los errores que cometemos.
Se consciente cuando te auto-justificas, de
esta manera tendrás la oportunidad de aprender y crecer como persona.